sábado, 26 de julio de 2014

Dinastía Qajar, Irán en el S.XIX (1785-1905)

El Imperio Persa a fecha de 1722 vivía una cierta inestabilidad política debido a la debilidad del poder de la dinastía safávida, los cuales gobernaban el imperio de forma nominal, teniendo el verdadero poder los jerarcas de las tribus más poderosas pero esta situación cambiaría con la muerte de Karim Khan, monarca procedente de la tribu Zand. Surgía una vez más, una lucha por el poder entre Zands, Qajars, y otros grupos tribales, sumiendo, como algo ya tradicional, al país en el desorden, alterando la vida económica y la armonía social. Esta vez, Agha Mohammad Qajar derrotó al último gobernante Zand en la batalla de Kerman en 1794 y se hizo dueño del país, estableciendo a la dinastía Qajar en el trono hasta 1925. Bajo Fath Ali (1797-1834), Mohammad Shah (1834-1848), y Naser ad Din Shah (1848-1896) un grado de orden, estabilidad y unidad devueltos al país. Los Qajar revivieron el concepto del shah, entendiéndolo como la sombra de Dios en la tierra, ejerciendo así un poder absoluto sobre las funciones del Estado. Nombraron a príncipes reales allegados a la familia a las gobernaciones provinciales, institución que iba a ganar poder a los jefes de la tribu, quienes aportaban contingentes para el ejército del sha. Bajo los Qajar, los comerciantes y los ulemas se convirtieron en miembros importantes de la comunidad. Además la maquinaria estatal de la nueva dinastía se alimentaba de una gran burocracia expandida respecto a tiempos anteriores. Sin embargo, los Qajar no tuvieron tanta suerte a la hora de reemplazar el ejército basado en contingentes tribales por un ejército uniformado al estilo europeo.

Fath Ali shah
El primer gobernante de la dinastía Qajar fue Fath Ali, cuyo reinado estuvo marcado por el resurgimiento de las artes persas así como una cultura de corte elaborada y rígida. En materia exterior, el Imperio Qajar atravesó una etapa bélica muy activa contra otros países debido a su posición respecto a Asia Central y Oriente Próximo, a principios del siglo XIX, los Qajar comenzaron a enfrentarse a la presión de Rusia y Gran Bretaña. El interés de Gran Bretaña sobre el Imperio Iranio surgió de la necesidad de proteger las rutas comerciales a la India, mientras que Rusia deseaba controlar el norte de Irán. Ante esto Irán se enfrentó al Imperio Ruso en dos guerras con Rusia, que terminaaron con los tratados de Gulistan (1812) y el de Turkmanchay (1828), tratados que fueron desfavorables para Irán ya que perdió todos sus territorios en el Cáucaso situados al norte del río Aras. Ya en la segunda mitad del siglo, Rusia obligó a los Qajar a renunciar a la reclamación de territorios en Asia Central. Rusia y Gran Bretaña también llegaron a dominar el comercio de Irán además de interferir en los asuntos internos del país. Rusia y Gran Bretaña sabían que tenían una clara superioridad militar y tecnológica abrumadora respecto a Irán y se aprovecharon de los problemas internos de Irán. La autoridad central de los Qajar era débil; los ingresos eran insuficientes para mantener el corte, la burocracia y el ejército; la clase dominante estaba dividida y corrupción primaba; mientras tanto, el populacho iraní estaba explotado para mantener los caprichos de sus gobernantes.

A Fath Alí le siguió el corto reinado de Mohammad Shah, en el cual los funcionarios británicos presionaron para que se prohibiera la esclavitud en el Imperio Persa, el shah al comienzo se negó a prohibir la esclavitud argumentando que el Corán no lo prohíbía, aun así la presión británica ganó y se firmó un decreto prohibiendo la trata de esclavos en el Imperio Persa. Su breve reinado se centró en hacer reformas para modernizar y aumentar el contacto con Occidente. Rusia y Gran Bretaña estaban adquiriendo cierto control sobre el país, los persas comenzaban ya a sospechar.


Amir Kabir
Para mejorar esta difícil situación, cuando accedió al trono Al Naser ad Din, su primer ministro, Amir Kabir, quién poseía el título de gran legislador, trató de fortalecer la administración mediante una reforma del sistema tributario, afirmando el control central sobre la burocracia y los gobernadores provinciales, fomentando el comercio y la industria,  recortando el presupuesto a la Corte y reduciendo la influencia de los clérigos islámicos y las potencias extranjeras. Estableció una nueva escuela, el Dar ol Fonun, para educar a los miembros de la élite en las nuevas ciencias y en idiomas extranjeros, esta escuela representaba el factor occidentalizante de los Qajar.

Estas reformas hicieron que el shah volviera a poseer la autoridad central, despertando los celos dentro de la burocracia y el miedo en el rey. Fue despedido y condenado a muerte en 1851, debido a una conspiración en la corte que surgió contra él, un destino que parecía común a los primer ministros del país. Nasser ed-Din Shah trató de explotar la desconfianza mutua entre Gran Bretaña y Rusia para preservar la independencia de Persia, pero la injerencia extranjera y la invasión territorial aumentó bajo su gobierno. Él no fue capaz de evitar que Gran Bretaña y Rusia invada en regiones de influencia persa tradicional. En 1856, durante la Guerra Anglo-Persa , Gran Bretaña impidió a Persia reafirmar el control sobre Herat . La ciudad había sido parte de Persia en tiempos de los Safavida. Mientras tanto, en 1881, Rusia había completado su conquista de la actual Turkmenistán y Uzbekistán , con lo que la frontera de Rusia se expandió a costa de las fronteras del noreste de Persia teniendo como consecuencia la ruptura de los lazos históricos entre Persia y las ciudades de Bujara y Samarcanda . Ante esta expansión rusa se realizaron varias concesiones comerciales por parte del gobierno persa a los británicos.

Nasser ed Din shah
En 1858 se comenzó a hablar de la debilidad del gobierno y su incapacidad para impedir la interferencia extranjera. En 1871, con el apoyo de su nuevo primer ministro, Mirza Husein Khan Moshir od Dowleh, el shah estableció un gabinete de estilo europeo con responsabilidades administrativas y un consejo consultivo formado por príncipes de alto rango y funcionarios. Se otorgó a los británicos una concesión para la construcción de ferrocarriles y otros proyectos económicos. Ello hizo que el primer ministro se ganara la oposición de facciones burocráticas y de los líderes religiosos, quienes temían la influencia extranjera, ello
hizo que el shah despidiera al primer ministro y cancelara esas concesiones. Gran Bretaña, a la que el shah se volvió para la protección del país contra una posible invasión rusa, instaba al shah a emprender reformas y abrir el país al comercio exterior con el fin de fortalecer el país. En 1888 el sha, aceptó el consejo de los británicos, por lo que procedió a abrir el río Karun a barcos extranjeros y dio permiso al barón Julius Reuter, británico, a abrir el primer banco del país. En 1890 se dio a otra compañía británica el monopolio sobre el comercio del tabaco en el país. La concesión del monopolio del tabaco fue producto de numerosos sobornos a altos funcionarios, despertando esto la oposición entre las clases clericales y los comerciantes. Cuando el líder religioso, Mirza Hasan Shirazi, emitió un fatvá (edicto religioso) que prohibía el uso del tabaco, el shah tuvo que cancelar esta concesión, pagando una gran fortuna procedente de unas arcas que cada vez más, estaban vacías.

Los últimos años del reinado de Naser ad Din Shah se caracterizaron por el crecimiento de la corrupción real y burocrática, la opresión de la población rural, y la indiferencia por parte del shah ante esta situación. El shah, se había convertido en un gobernante corrupto, un hombre que estaba dando poder a los temidos extranjeros para poder llenarse sus bolsillos de dinero. Para más inri, la maquinaria de impuestos se rompió, y el desorden se convirtió algo rutinario en las provincias. La demanda de reforma se extendía cada vez más. En 1896, un joven iraní asesinó al shah según se dice alentado por Jamal ad Din al Afghani, un predicador islámico y activista político, con el asesinato del shah, la dinastía Qajar resultaba herida de muerte.

Naser ad Din shah
El sucesor de Naser ad Din Shah, Mozaffar ad-Din cuando accedió al trono persa se tuvo que enfrentar a una crisis financiera que era producto de las políticas de su padre. Estaba el país en una situación imposible. Tenía que compensar el déficit del país existente mediante la contratación de préstamos concedidos Rusia, país que exigió al shah más concesiones políticas a cambio, cada vez más los extranjeros controlaban el país, el gobierno absoluto de los shah, había demostrado ser un fracaso.

Todo esto llevó a un temor y oposición generalizadas entre la aristocracia, las élites intelectuales y los líderes religiosos con motivo de las concesiones y el control extranjero cada vez creciente en el país. Toda esta tensión estalló en una serie de protestas que barrieron todo el país en 1905. El resultado fue que el shah hubo de aceptar la propuesta de crear un Majlis (Asamblea Nacional Consultiva) en octubre de 1905, mediante la cual el poder del monarca se redujo mediante la concesión de una constitución y un parlamento al pueblo. Murió a los 40 días de la concesión de esta constitución. Con su desaparición, se cerraba la era del absolutismo Qajar, los persas tenían la esperanza de que ahora teniendo más participación en las instituciones del país, podrían acabar con la cada vez mayor influencia extranjera, ¿se convertiría la esperanza en realidad?

BIBLIOGRAFÍA:
-Keddie, Nikki R., Las raíces del Irán moderno, Belcqua, 2006

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