viernes, 25 de julio de 2014

El sueño de sir Thomas Raffles, Singapur (1819-1832)

Sultanato de Johor
El territorio controlado por el Sultanato de Johor a finales del siglo XVIII estaba muy reducido comparándolo con el territorio de su precursor, el Sultanato de Malaca, aunque todavía incluía el sur de la península de Malaca, el área adyacente a Sumatra y otras islas entre las que se incluía Singapur. El sultanato era cada vez más débil a causa de la división entre etnias, en especial entre una facción malaya, que controlaba la península y Singapur, y una facción Bugis, que controlaba el archipiélago de Riau y Sumatra. Cuando el sultán  de Johor murió sin heredero real, los Bugis proclamaron como sultán al más joven de sus hijos, les salía rentable tener a un menor en el trono, tendrían el predominio sobre sus rivales los malayos.  Sin embargo el hijo mayor del sultán, Hussein se resignó a que los Bugis tomaran el control del sultanato.

Aunque el sultán era en teoría el gobernante de Johor, los altos funcionarios eran los que poseían el control real del sultanato. El control de Singapur y sus islas vecinas lo tenía Hussein. En 1818  Temenggong, un alto funcionario malayo junto a algunos de sus seguidores abandonaron Riau y fueron a Singapur poco después de los holandeses firmaran un tratado con el sultán, controlado por  los Bugis, en el cual se les permitíaa a los holandeses estacionar una guarnición en Riau. El asentamiento  de estos nobles Temenggong  en el río de Singapur incluía a cientos de orang laut (piratas) bajo señores malayos que le debían lealtad al Temenggong. Estos habitantes dependían de la pesca, el cultivo, el comercio y la piratería. Los piratas también usaron el estrecho entre Singapur y el archipiélago de Riau como un lugar de reunión. También vivían por la zona varios cientos de tribus indígenas, que vivían de la pesca y la recolección de frutas de la selva. También había chinos que se dedicaban al cultivo de la pimienta. Se estima así, que en torno a mil personas habitaban la isla de Singapur en los albores de la era colonial.

Hussein de Johor
Mientras tanto a finales del siglo XVIII, los británicos comenzaron a expandir su comercio con China desde sus bases en la India a través de comerciantes privados y de la Compañía Británica de Indias Orientales. La compañía había ocupado un pequeño asentamiento en Bencoolen, situado en la costa occidental de Sumatra. Plenamente consciente de la necesidad de establecer una base en algún lugar a medio camino entre Calcuta y Guangzhou, la empresa arrendó la isla de Penang, en la costa occidental de la península de Malaca, perteneciente al sultán de Kedah, en 1791. A partir de estas bases en Penang y Bencoolen, los británicos comenzaron en 1795 a ocupar posesiones holandesas que fueron cedidas temporalmente a los británicos mediante las Cartas de Kew, las cuales incluían Malaca y Java. Estas cartas de Kew se redactaron debido a la ocupación francesa de Holanda, lo que obligó a su rey a exiliarse a Inglaterra y ofrecer el dominio temporal de sus colonias a los británicos para que Napoleón no se las arrebatara, esta decisión le iba a resultar cara.

Después de que la guerra en Europa terminara en 1814 tras la derrota de Napoleón en Waterloo, Los británicos devolvieron Java y Malaca a los holandeses. A fecha de 1818 los holandeses habían regresado a las Indias Orientales y habían vuelto a imponer sus políticas comerciales restrictivas, esto iba a resultar negativo para el comercio británico. En ese mismo año, los holandeses firmaron un tratado con el sultán de Johor, aquel sultán que estaba controlado por los Bugis. En dicho tratado se concedía a los holandeses permiso para estacionar una guarnición en Riau, dándoles así  a los holandeses el control sobre el canal principal a través del Estrecho de Malaca. Ello iba a afectar aun más a los barcos comerciales británicos quienes sufrían presión por parte de los holandeses además de pagar altas tasas por pasar por el estrecho. Mientras tanto, el Imperio Británico estaba consolidando su imperio en la India, por lo que consideró negociar con los holandeses intercambiando territorios como Bencoolen.

Lord Hastings
Ante esto, Sir Thomas Stamford Raffles, vicegobernador de Bencoolen, se opuso enérgicamente a este plan, decía que no había de abandonarse el control del comercio con China. Raffles, que habían comenzado su carrera como vendedor para la Compañía Británica de Indias Orientales en Londres, Raffles fue gobernador general de Java (1811-1816). En 1818 Raffles fue hacia la India a entrevistarse con el Gobernador General Lord Hastings intentando convencerlo sobre la necesidad de establecer una base británica en el extremo sur del estrecho de Malaca. Hastings, convencido del plan de Raffles, autorizó a Raffles para establecer una base con la condición de que no supusiera un enfrentamiento con los holandeses. Al llegar a Penang, Raffles encontrado Gobernador General James Bannerman dispuestos a cooperar. Cuando Raffles se enteró de la gran influencia y control que los holandeses estaban teniendo en el sultanaro de Johor, envió a su viejo amigo el coronel William Farquhar a inspeccionar las Islas Carimon.

Raffles y Farquhar establecieron amistad con Temenggong Abdu'r Rahman, aquel temmengong que estaba en contra del poder Bugis en el sultanato. El temenggong concedió el permiso provisional a la Compañía Británica de Indias Orientales para establecer un puesto comercial en la isla. Raffles tras ello comenzó de inmediato a descargar tropas, limpiar la tierra en el lado noreste del río, poner tiendas de campaña, y alzar la bandera británica. Reconociendo a Hussein como el legítimo sultán de Johor, Raffles firmó un tratado con él para establecer un puesto de comercio a cambio de un pago anual a Hussein. Raffles, tras haber conseguido su objetivo, el de establecer un puesto comercial, partió para Bencoolen, dejando Farquhar a cargo, con la instrucción de construir una fortificación, e informar a todos los barcos que pasaban de que no había aranceles en ese nuevo puesto comercial.
James Bannerman

Los funcionarios de la Compañía Británica de Indias Orientales, temían que las negociaciones con los holandeses ya no fueran tan buenas debido a que los holandeses consideraban que Singapur se encontraba dentro de su esfera de influencia. Aún así, los holandeses no atacaron el pequeño asentamiento porque el Gobernador General Bannerman les aseguró que no estaba de acuerdo con la empresa realizada por Riffles. En cambio, la clase comercial de Calcuta sí estaba de acuerdo, ya que era todo ventajas por lo que Hastings ordenó al Gobernador General Bannerman proporcionar tropas y dinero al asentamiento donde estaba Farquhar.

La oportunidad de vender suministros a precios altos para el nuevo asentamiento atrajo a muchos comerciantes de Malaca a Singapur. Su sistema económico de libre comercio se extendió hacia el sureste a través del archipiélago, donde al poco tiempo, numerosas embarcaciones llegaron a Singapur a comerciar.  La población del asentamiento había crecido en poco tiempo, parecía que todo iba bien, de 1.000 personas al principio a los pocos meses se pasó a casi 5.000. Llegaban colonos de todas partes,  malayos de Penang, Malacca, Riau y Sumatra.  Seguidores de Hussein procedentes de Riau. El creciente poder de los holandeses en Riau también estimuló a comerciantes  Bugis a migrar a la nueva colonia.  También vinieron chinos que habían vivido en la región durante generaciones como comerciantes, mineros o agricultores, venían de Penang, Malacca, Riau, Manila, Bangkok, y Batavia para escapar de las restricciones arancelarias buscando fortuna en el nuevo puerto. Muchos de estos chinos se casaron con mujeres malayas, dando lugar a los chinos Baba. Vinieron también soldados y mercaderes indios, comerciantes armenios de Brunei, Manila o Sumatra. La mayoría de los europeos que habitaban en Singapur durante sus comienzos eran funcionarios de la Compañía Británica de las Indias Orientales.


William Farquhar
Cabe decir que el comercio entre la India británica y China fue causa del éxito de Singapur, además del comercio de reexportación establecido entre India y Singapur.  Como la Compañía Británica de las Indias Orientales no quería que Singapur se convirtiera en una pesada carga económica, Raffles dejó a Farquhar un presupuesto muy reducido para administrar el asentamiento. No pudiendo imponer aranceles comerciales o vender títulos de tierra para aumentar los ingresos, Farquhar legalizó el juego, la venta de opio y de arak, (una bebida alcohólica). El gobierno además subastó los derechos de monopolio para vender opio y administrar las casas de juego bajo un sistema conocido como el arrendamiento de impuestos, todo lo recaudado se utilizó para obras públicas. El mantenimiento de la ley y el orden era el reto más difícil para Farquhar. Hubo una tensión constante entre los diversos grupos de inmigrantes, sobre todo entre los malayos y los chinos de Malaca. Se llegó a tal situación que muchos comerciantes pagaban vigilantes nocturnos para aumentar la fuerza de policía del asentamiento, ya que se estaba quedando muy pequeña para una población cada vez mayor y con mayor tensión.

En 1822, Raffles comenzó a elaborar planes para crear una nueva ciudad. La nueva ciudad iba a ocupar un área de cinco kilómetros a lo largo de la costa y un kilómetro de ancho además de establecer un barrio comercial. Raffles quería construir una ciudad ordenada y científicamente diseñada que en un futuro sería un lugar importante. A cada grupo de inmigrantes se le asignó un área de asentamiento bajo el nuevo plan urbano. Los europeos iban a residir cerca de la sede del gobierno.

Raffles también promulgó una serie de normas administrativas a principios de 1823. En estas normas se dejó
claro que Singapur era un puerto donde primaba el  libre comercio, este punto atrajo el apoyo de los comerciante. Además se hizo de la ley inglesa la ley común aunque la ley musulmana iba a ser utilizada en materia de religión, matrimonio y  herencia que involucrasen a malayos. Era un gobernante que creía en la prevención del delito y la reforma, en lugar del castigo. Ordenó cerrar todas las casas de juego además de la venta de licor y opio. Abolió la esclavitud en 1823, pero fue incapaz de erradicar la servidumbre por deudas, por lo que muchos inmigrantes fueron obligados a trabajar años en trabajos forzados para pagar su pasaje.

Sir Thomas Raffles
Raffles creía que con Farquhar el sultán habían ejercido demasiado poder, recibiendo un tercio de los ingresos de opio, licor y juegos de azar. Como gobernantes de la isla, se consideraban con derecho a una participación en el poder y los ingresos. En junio de 1823, Raffles logró persuadir a Hussein y su Corte a renunciar a sus derechos, a los derechos portuarios y a su participación en el resto de los ingresos fiscales a cambio de una pensión.

El Tratado de Londres de 1924 fue firmado entre el Imperio Británico y Holanda, dividiendo las Indias Orientales en dos esferas de influencia. Los británicos tendrían hegemonía al norte de una línea imaginaria que pasaba por el Estrecho de Malaca, y los holandeses controlarían la zona al sur de la línea. Los holandeses además reconocieron la soberanía británica de Singapur, renunciando su poder sobre Malaca a cambio de Bencoolen. Sabiendo Raffles que Singapur ya estaba por fin bajo influencia británica, tenía más fuerza para negociar con el sultán, dando lugar a un nuevo tratado por el cual los gobernantes malayos se vieron obligados a ceder Singapur y las islas vecinas a la Compañía Británica de Indias Orientales. Bajo el tratado, los jefes malayos también acordaron ayudar a suprimir la piratería..

En 1823, Raffles volvió a Gran Bretaña. Antes de irse, sustituyó a Farquhar por el escocés John Crawfurd, un administrador eficiente y que llevó a Singapur a tres años de crecimiento. Crawford continuó la lucha que había mantenido Raffles contra la esclavitud y la piratería, pero permitió las casas de juego. Además no continuó con el gran proyecto que tenía Raffles para Singapur, quería hacer de Singapur, un centro cultural para Asia y el mundo, un lugar donde llegasen hijos de gobernantes de todos lados del mundo para estudiar. Crawford no veía ésto muy útil, para Singapur lo primero era la economía, como vemos, la premisa de "economía primero", es la premisa que marca el camino de la Historia en Singapur.

BIBLIOGRAFÍA:
-AA.VV. The Cambridge History of Souteast Asia. Volume two. Cambridge University Press. 2008
-ABSHIRE, JeanThe History of Singapore. CLIO, 21/3/2011
-GLENDINNING, Victoria. Raffles: And the Golden Opportunity. Profile Books, 2012
-MATHESON HOOKER, Virginia. A short History of Malaysia.

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