miércoles, 23 de julio de 2014

La creación de Arabia Saudí, los tiempos de Abd al Aziz (1890-1933)

Abd al Aziz de joven
Abd al Aziz, es considerado el fundador del moderno estado de Arabia Saudí, vivió gran parte de su juventud en el exilio, este hombre pertenecía a la dinastía al Saud, esta dinastía ha estado marcada por el deseo de unificar la península arábiga y promover lo que consideraba una visión del Islam más pura y simple, aunque a menudo criticada por menos tolerante, el wahabismo. Abd al Aziz se aventuró a crear un estado uniendo a las múltiples y distintas tribus que poblaban la península arábiga.Para ello tuvo en cuenta múltiples factores que podían unir a tan diversa población: El primer factor fue el fervor religioso que el Islam wahabi, tendencia del sunismo, inspiraba entre las tribus. Su ejército wahabí, representa un poderoso instrumento de control que finalmente resultó ser tan difícil de controlar por lo que Abd al Aziz hubo de eliminarlo.

Abd al Aziz construyó el estado saudí en tres etapas, primeramente retomando Najd en 1905, más tarde derrotando al clan Rashidi en Hail en 1921, finalmente conquistando  Hiyaz en 1924. En la primera fase Abd al Aziz actuó como un líder tribal tradicional, había reunido una pequeña fuerza formada por las tribus vecinas, dedicándose al asalto de las zonas que estaban bajo el control del clan Rashidi, clan enemigo del clan de Abd al Aziz. A principios de 1902, realizó un ataque sorpresa contra la guarnición Rashidi en Riad, pudiendo controlarlo, ya tenía base para poder expandirse por el resto del territorio.

Este éxito dio a Abd al Aziz apoyo en Najd. Una de sus primeras tareas fue la de establecerse en Riad como el líder de la casa Al Saud y proclamarse como imam wahabí. Así pues Abd al Aziz obtuvo el apoyo de las autoridades religiosas en Riad, ello  reveló la fuerza política que contenía la autoridad wahabí. A pesar de su relativa juventud, Abd al Aziz había demostrado que poseía las cualidades de líder que las tribus valoraban.

Desde Riad, Abd al Aziz siguió realizando acuerdos con tribus y para guerrear a otras. Conforme avanzaba el tiempo su posición se fortalecía. En 1905 el gobernador otomano de Irak reconoció a Abd al Aziz como cliente otomano en Najd. Abd al Aziz aceptó la soberanía otomana, ya que elo mejoraba su posición política. Aun así, como buen estratega que era, jugaba con la ambigüedad, mientras ponía buenas caras a los otomanos, a espaldas de éstos, hacía propuestas concurrentes a los británicos para librar Saudita de influencia otomana. Finalmente en 1913, sin ayuda exterior, el ejército de Abd al Aziz expulsó a los otomanos de Al Hufuf, territorio situado en el este de Arabia, fortaleciendo así con ello su posición en Najd.

Mientras tanto el movimiento Ikhwan comenzó a surgir entre los beduinos, extendiéndose así el Islam wahabí entre los nómadas. Con esto, los beduinos Ikhwan abandonaron su tradicional estilo de vida en el desierto y pasaron a asentarse en unas parcelas agrícolas llamadas hijra, parcela que según Mahoma era un lugar de fe. Trasladándose a la hijra, los beduinos iniciaron una nueva forma de vida y se dedicaron a hacer cumplir una rígida ortodoxia islámica, en definitiva, se volvieron más extremistas religiosamente hablando. Los beduinos atacaron a los que se negaron a cumplir la práctica correcta del Islam según el wahabismo además de obligar a la fuerza a convertirse a los musulmanes al wahabismo.

Imagen del Ikhwan
Los Ikhwan veían en esta situación de extensión del wahabismo su oportunidad para luchar contra los no wahabies por lo que tomaron  a Abd al Aziz como su líder. En 1915 había más de 200 Hujar alrededor de Najd y casi 100.000 Ikhwan esperando una oportunidad para luchar. Abd al Aziz vio en esta situación su oportunidad, Abd al Aziz quería arrebatar Hail del clan Al Rashid, para así poder extender su control en los desiertos del norte de la actual Siria y Jordania, y poder controlar Hijaz y la costa del Golfo Pérsico. Pero tenía un problema, los británicos, quienes se habían involucrado más en Arabia debido a la Primera Guerra Mundial, y Abd al Aziz tenía que ajustar sus ambiciones a los intereses británicos, los británicos podían echar por tierra sus planes.

Los británicos ahora presentes en Oriente Próximo, impidieron que el Al Saud se apoderase de gran parte de la costa del golfo, donde habían establecido protectorados con varias dinastías gobernantes. Además también se opusieron a los esfuerzos de Abd al Aziz para extender su influencia más allá de los desiertos de Jordania, Siria, e Irak, los intereses imperiales británicos chocaban con los intereses de Abd al Aziz. Los británicos se aliaron con la familia Sharif, la cual gobernaba Hijaz, objetivo de Abd al Aziz, para que la familia Sharif se rebelara contra el Imperio Otomano, no olvidemos que estamos en época de la I Guerra Mundial.

Debido a esta situación, Abd al Aziz tuvo que centrar su atención en Hail, causándole esto problemas con los wahabíes. La familia de Sharif de La Meca, sin embargo, era otra historia. Los wahabíes querían ver a los Sharif en la ruina ya que durante tiempo habían tenido resentimiento contra los Sharif debido a que este clan se oponía al wahabismo.  Al final, Abd al Aziz consiguió lograr un equilibrio entre sus intereses y los intereses de los Ikhwan. En 1919, el territorio de Abd al Aziz se encontraba en la frontera entre el Hijaz y Najd. Los al Rashid y los Sharif temían la amenaza de un ataque wahabí. A pesar de esto, Abd al Aziz restringido el Ikhwan y logró dirigirlos hacia Dios te salve, que tomaron con facilidad en 1921. Los Ikhwan llegaron a Transjordania donde estaban los británicos, esto podía llevar a Abd al Aziz a una confrontación con los británicos y echar por tierra todo su plan, logró apaciguar a los wahabíes, todo era cuestión de esperar el momento adecuado para atacar.

A fecha de 1924, parecía que la paciencia de Abd al Aziz se premiaba. Cuando el sultán otomano, fue
Hussein Sharif
depuesto en el final de la Primera Guerra Mundial con el desaparecía el título de califa, el líder Sharif se otorgó asimismo el título de califa, con la esperanza de que este título le daría un mayor apoyo musulmán, pero sucedió todo lo contrario. Muchos musulmanes se ofendieron de que Hussein, líder Sharif  manejara la tradición musulmana surgiendo así una fuerte oposición contra su gobierno. La situación empeoraba aun más para Hussein, al finalizar la Primera Guerra Mundial, los británicos ya no estaban dispuestos a apoyarle, ya no les interesaba mantener a los Sharif. Los esfuerzos de Abd al Aziz para controlar el ejército Ikhwan en Transjordania, y su respeto a los intereses británicos en el golfo habían demostrado que podía actuar de manera responsable, podía ser un buen aliado para los británicos.

Abd al Aziz, un tipo inteligente observó que los británicos no se iban a oponer a una conquista de la Meca. Así que los ejércitos wahabíes se hicieron con el territorio de los Sharif encontrándose poca oposición.

La toma de Hijaz complicó la base de autoridad de Abd al Aziz. Había sido hasta ahora fundamentalmente un líder de un clan árabe tradicional que tenía la lealtad de varias tribus debido a sus espectaculares éxitos. Pero también fue un imam wahabí que tenía la intensa lealtad del Ikhwan. Cuando se convirtió en el gobernante de La Meca y Medina, Abd al Aziz asumió la responsabilidad de Khadim al Haramayn (siervo de los dos santuarios) asumiendo así una posición importante en el mundo musulmán a nivel global.


Abd al Aziz se había convertido en el único líder árabe verdaderamente independiente después de la Primera Guerra Mundial. Por lo tanto, tenía un papel que desempeñar en la política mundial árabe.
Al establecer su estado, Abd al Aziz tuvo que considerar las opiniones de las distintas tribus que le sirvieron. Hizo un esfuerzo para obtener la aprobación mundo musulmán antes de que se trasladase a Hijaz. Una vez que Hijaz estaba bajo su control llevó a cabo un referéndum informal en el que los notables de Hijaz lo escogieron como su rey. En Hijaz, Abd al Aziz contuvo el fanatismo de sus seguidores wahabíes, ganándose así el apoyo de los ulemas del territorio conquistado.

Parecía que las circunstancias eran favorables para Abd al Aziz, ningún país musulman estaba en condiciones de desafiar a Abd al Aziz. La mayoría de los estados musulmanes vivían en ese momento bajo la dominación extranjera o en régimen de mandato, mientras que dos de los países que no lo estaban, Irán y Turquía, estaban en medio de un proceso de reforma secular.

Los problemas le iban a venir a Abd al Aziz desde dentro. El más grave de ellos fue el Ikhwan, el ejército que lo había llevado a la cumbre de su poder. El Ikhwan no tenía tolerancia hacia las concesiones que Abd al Aziz otorgaba para poner a su sociedad en la dinámica del siglo XX. Los wahabíes se opusieron a las máquinas, en particular a las destinadas a la comunicación, como el telégrafo, así como a la creciente presencia de extranjeros no musulmanes en el país. También se oponían a algunas de las prácticas de los musulmanes no wahabíes. El Ikhwan, institución intolerante forzaba su mensaje en quien no lo aceptase, surgí así la violencia religiosa que podía poner en peligro la estabilidad del nuevo estado. Esta situación desafiaba la autoridad de Abd al Aziz, además de causarle problemas con los británicos, quienes no toleraban la violación de las fronteras que se habían establecido después de la Primera Guerra Mundial. Para acabar con esta situación, Abd al Aziz se decidió a acabar con el Ikhwar de forma militar surgiendo así una batalla campal que acabó con la derrota y desaparición del Ikhwan.

A finales de 1920 la mayoría de la población estaba del lado de Abd al Aziz, sentándose así las bases del Estado moderno. Abd al Aziz construyó el nuevo estado sobre el fundamento de la armonía entre los intereses de los diversos grupos. Además se tenía en cuenta la opinión de los ulemas. Al igual que el Ikhwan, los ulemas se opusieron a la radio, Abd al Aziz en su afán por modernizar su sociedad tuvo que demostrar que la radio podría ser utilizado para transmitir el Corán.
Abd al Aziz a fecha de 1927

Abd al Aziz intentó no tener enemigos y si los tenía intentó ganárselos como amigos, emparentó a su familia mediante vínculos matrimoniales con sus antiguos clanes rivales, los Rashidi y los Sharif. Uno puede ver esto claramente en su manejo de sus dos rivales de la Primera Guerra Mundial, el Rashidi de granizo y el Sharif de La Meca.

Abd al Aziz también se aseguró la lealtad de los que se habían aliado con él, concediéndoles favores. Todo esto fue difícil debido a que el nuevo reino saudí tenía poco dinero en sus primeros años. Najd nunca había sido próspera, y durante el siglo anterior sus líderes se había vuelto casi dependientes de los británicos para poder superar los continuos períodos de hambruna. Los británicos habían sido de gran ayuda a lo largo de la Primera Guerra Mundial, pero cuando la situación política se estabilizó en Arabia, no veían con tan buenos ojos el gobierno de Abd al Aziz.

Con la recesión en los años 1920 y 1930, el tráfico de peregrinación, fundamental fuente de ingresos para e nuevo estado, cayó, reduciéndose este ingreso a más de la mitad. Poco se podía hacer en los años 1920 y 1930, excepto  repartir el dinero a la manera tradicional de la tribu.  2.000 personas comían todos los días en la mesa de Abd al Aziz, éste era el máximo alcance que podían proporcionar los servicios de Abd al Aziz.

Parecía que el nuevo estado estaba destinado a desaparecer en la miseria pero un inesperado evento iba a
Firma de tratado entre Arabia Saudí y la SOCAL (1938)
cambiar todo esto, ello fue el descubrimiento de enormes reservas de petróleo en el subsuelo del reino.
 El ministro de hacienda de Ibn Saud, Ibn Suleimán, firmó un acuerdo con la compañía estadounidense Standard Oil of California (SOCAL) para iniciar las extracciones. La planificación de los ikhwan y la pompa real habían dejado a Ibn Saud con una deuda de más de 300 mil libras esterlinas, de modo que aceptó una iniciativa estadounidense para buscar petróleo en sus territorios. Más tarde, este mismo año, SOCAL sometió la concesión petrolera de Arabia Saudí a una filial de plena propiedad suya, la California Arab Standard Oil Company (CASOC). Este empresa fue la precursora de al Compañía Petrolera Árabe-Americana ARAMCO (Arabian American Oil Company), fundada en 1944. Se aventuraban buenos tiempos para el nuevo estado, parecía que Abd al Aziz había tenido éxito.

BIBLIOGRAFÍA:
-ABURISH, Saïd K., The rise, corruption and coming fall of the House of Saud, ed. Bloomsbury Publishing limited, London, 1994.
-Al-RASEED, Madawi, Historia de Arabia Saudí, ed. Cambridge University Press, 2003.
-WYNBRANDT, James, A Brief History of Saudi Arabia. Infobase Publishing, 2010




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